Por Fabián Salazar
Ultramán, El Avispón Verde, El Pequeño Saltamontes
y otros nombres podrían no decirle nada a los niños y adolescentes de hoy; pero
solo es cuestión que pregunten a sus maestros y se sorprenderán de cómo los
inspiraron para llegar a ser lo que son ahora.
Actualmente, muchos aficionados,
practicantes, senseis y maestros de artes marciales se encuentran entre los 40
y 50 años de edad, lo que por lo cual vivieron su infancia en la década de los
70’s del siglo pasado, y aunque ahora parezca increíble, en ese tiempo no se
conocía la gran gama de técnicas y escuelas de estilos actuales.
Los niños de entonces nos emocionamos con
las impresionantes escenas de combates en programas de televisión, y nos
familiarizábamos con series japonesas que reforzaban la idea de que todo era
Karate.
Entre ellos estaban “Ultramán” y “Ultra-Seven”
quienes utilizaban movimientos de artes marciales contra monstruos extraterrestres
para defender nuestro planeta. Y hasta la “Señorita Cometa”, recurrió a técnicas
de karate, al igual que su mascota y pequeño dragón “Chivigon” vestido con
karategui, y más tarde fue “Mazinger Z”, quien usaba potentes puñetazos para
vencer a sus enemigos.
Y qué decir de dos series clásicas de
televisión que sin lugar a dudas marcó e influyó de manera determinante a los
niños de ese entonces, y que determinó su inicio en el Sendero de las Artes Marciales: “El Avispón Verde” y “Kung
Fu”.
En el primero, se trató de un enmascarado
que fingía ser villano para hacer el bien acompañado de su asistente, el inolvidable “Kato”,
personificado nada menos que por el gran Bruce Lee, quien era la estrella real
de la serie.
En cada capítulo lo único que se esperaba
era la infaltable escena donde Kato enfrentaba a uno o más oponentes y en veloces
y certeros movimientos de pies y puños los dejaba fuera de combate, y a veces
hasta con el uso de eficaces dardos o chacos utilizados con maestría.
Otro programa de la pantalla chica fue
donde David Carradine dio vida al “Pequeño Saltamontes” en la serie de Kung Fu,
donde además de la fascinación por las batallas, nos mostró el lado filosófico,
la larga preparación que se requiere para lograr el autocontrol y el mensaje de
que las artes marciales no son violencia, sino una manera de vivir para
alcanzar el equilibrio interno.
En la pantalla grande tuvimos la oportunidad
de disfrutar “Enter the Dragon” (Operación Dragón) protagonizada por Bruce Lee
y “The Big Brawl” (La Gran Pelea) con Jackie Chan,
y al igual que en las series, fueron responsables de que muchos niños los tomaran
como ídolos a seguir y soñaran con ser grandes artistas marciales.
Seguramente tanto mamás y abuelas, papás y
abuelos recuerden esos momentos imborrables de la niñez, y cada momento en que,
embelesados, observaron y soñaron estar en cada uno de esos enfrentamientos.
Qué tal si en este Día del Niño aceptan un
reto: con una sonrisa en la cara y los recuerdos de la niñez toman unos minutos
para revivir cada batalla y mantener a ese niño interno para ser felices y
disfrutar cada día de nuestra vida.
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