El año nuevo está por empezar y muchas personas buscan la manera de conocer cómo será o de qué manera actuar ante los retos del siguiente ciclo para enfrentarlos y salir avante, siendo aquí cuando el I Ching y sus trigramas pueden marcar un sendero en este aspecto, así como en técnicas de artes marciales chinas.
Entre los diferentes métodos oraculares que existen, el I Ching – El Libro de las Mutaciones, viene a ser muy especial, ya que, al igual que en las disciplinas marciales, uno de los principales objetivos es el conocimiento y la superación de la persona.
En este campo, el I Ching, Yijin o I King: El Libro de las Mutaciones, ha sido de gran influencia a tal grado, que desde hace milenios ha sido de gran importancia en el desarrollo de grandes corrientes filosóficas como el taoísmo, confusionismo y budismo, bases del desarrollo de las artes marciales orientales.
Se dice que este texto fue escrito hace más de 3000 años, y además de ser utilizadas por filósofos como Confucio y Lao Tse, fue utilizado por los grandes emperadores, guerreros y estrategas militares para determinar sus acciones en el campo de batallas y la vida misma, ya que se le asumen propiedades oraculares relacionadas con el concepto del Tao, Do o Dao, que podrían traducirse como ‘El Camino’, ‘La Vía’, ‘El Método’ o ‘El Sendero’.
Se dice que quien consulta los trigramas y hexagramas de El Libro de las Mutaciones le describe determinada situación que, al interpretarse, responde con una especie de resumen de la misma y aconseja el modo en que se puede resolverla, ya sea si se presenta en ese momento o para un futuro, si se adopta ante él la posición correcta.
Estas respuestas tienen una espíritu sapiencial, moral y filosófico de una manera integral, con base al fluir y cambios que se presentan en el universo de una manera profunda.
Lo anterior lo pone por encima de cualquier oráculo y método adivinatorio a tal grado, que incluso, el gran poeta latinoamericano Jorge Luis Borges, así como científicos como el psicoanalista Carl Gustav Jung, por citar solo dos de los grandes personajes del mundo occidental, reconocieron el valor de este libro que, se dice, da indicios para predecir el futuro y la manera de enfrentarlo, según las circunstancias.
La base del I Ching se encuentra en ocho trigramas, figuras de tres líneas que pueden ser entrecortadas o continuas que, al ser unirse, forman hexagramas para formar un oráculo en que se plasma cierta situación.
Para esto, previamente se debe haber realizado una pregunta por parte de la persona que lo consulta para que reciba la respuesta sobre la situación planteada, el proceder y determinación más favorables y desfavorables, para así adoptar y actuar con la decisión más positiva.
El universo del I King gira en las leyes de que todo está en permanente cambio, en la eterna relación del Ying y el Yang, en lo Duro y lo Suave, todo está en mutación constante y cada hexagrama lleva a uno nuevo que marca diferente situación y determinación para el consultante, por ello que una pregunta y respuesta nunca serán la misma para dos personas.
Principalmente existen dos maneras de consultar el I Ching, siendo la más común el del uso de tres monedas que se arrojan y se suman sus lados; de acuerdo con el resultado, estos forman primero un trigrama que puede interpretarse de cierta manera, las cuales sirven de base para las siguientes seis tiradas, con lo que se forma el hexagrama.
En las artes marciales, su aplicación está en el “Pakuachang” o “Baguazhang”, la Palma de los Ocho Trigramas, basado en el ‘Pa Kua’ o ‘Ba gua’, los ocho estados del cambio basados en los trigramas del I Ching.
En su práctica, estos trigramas se visualizan o dibujan sobre el piso en un círculo relacionado con el universo, sus energías, cambios y adaptaciones a las diferentes circunstancias que se presentan en la vida cotidiana.
Con determinados pasos, movimientos, mentalidad e intensión, estas técnicas llegan a adaptarse para fluir con ellas, al tiempo de incrementar la energía interna vital -también conocida como Qi o Chi-, tanto para la salud interna y externa, así como para aplicaciones de combate, lo cual, ya viene a ser parte de otro artículo.
Para terminar este texto, compartimos la impresión que El Libro de las Mutaciones despertó en el gran poeta Jorge Luis Borges y que formó parte del texto escrito por Richard Wilhem.
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