Aunque la práctica de las artes marciales está asociada con
golpes, actividad intensa y movimientos fuertes y violentos, la benevolencia de
estas disciplinas es tan amplia que pueden llegar a ser un excelente apoyo para
una futura mamá.
Para nada se trata de realizar ejercicios complicados o que
pongan en riesgo la gestación, sino que consiste en poner en práctica la
meditación y concentración, así como el control de la respiración para
conjuntarla con el manejo de la energía para dejarla fluir al mismo tiempo que
se emplea la visualización, entre otras técnicas que debe conocer todo aquél
que ha tomado el sendero del guerrero para la superación personal.
Aunque en todo arte marcial que se digne de llamarse así
estos procesos son parte de la enseñanza, en menor o mayor medida, las
disciplinas donde mejor se aplican estos procesos son aquellas en las que ponen
especial énfasis en la meditación pasiva o en movimiento.
Con estas técnicas, la futura madre podrá prepararse para enfrentarse
a un combate decisivo por la vida de un pequeño ser y de ella misma, donde el
temor y la inseguridad deben ser desterradas.
Aquí será el momento decisivo para que ella aplique el
proceso de respiración para lograr una relajación que le permita mantenerse
serena y concentrarse en bajar cada inspiración y la energía hacia su vientre
de manera armoniosa y natural para comenzar el nacimiento.
Además, estará preparada para aumentar el umbral del dolor y
a su mismo cuerpo para que participe con el proceso de contracción y expulsión,
y donde su mente, cuerpo y espíritu tendrán que integrarse para dejar fluir la
energía adecuadamente.
En este mismo lapso, la visualización y serenidad es de suma
importancia para establecer la mejor postura de ella misma y del ser que está a
punto de nacer, y con lo cual logrará materializar un acto de amor puro y total
que permanecerá por toda su vida… y la
de su bebé.
Imagen: http://danceforce.mx/clases/yoga-embarazadas/
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