Aquellos adultos que piensan que al pasar de los 40 ya están “grandes” para iniciarse o continuar su aprendizaje en las Artes Marciales y que solo les queda pasear al perro o realizar actividades moderadas, están en un error.
La Revista Británica de Medicina de Deportes publicó una investigación
en la que muestra que las personas arriba de los 40 años que regularmente
practican artes marciales presentan niveles asombrosos de condición física, en
comparación con las personas de la misma edad que no se ejercitan.
Según lo publicado, los sujetos del estudio que practicaban
artes marciales tenían un 12% menos grasa corporal, fueron capaces de hacer el
doble de abdominales, tenían mayor flexibilidad y fuerza en las piernas, un
sistema inmunológico más fuerte y equilibrio mejorado, en comparación con los
sedentarios.
Incluso, estilos suaves como Tai Chi, han sido durante mucho
tiempo conocidas por proporcionar enormes beneficios anti-envejecimiento a sus
practicantes, y a lo largo de Asia, no es raro ver a grandes grupos de personas
de edad avanzada (personas en sus años 60, 70 y 80) que practican este arte
marcial al amanecer en los parques de la comunidad o sus hogares.
En estas personas, se encontró que tienen mejor
acondicionamiento aeróbico, equilibrio, fuerza, flexibilidad y coordinación que
muchos ciudadanos típicos en sus años 30 no tienen, e incluso, ya sufren de
enfermedades crónicas como diabetes, obesidad y el cáncer.
Las personas que practican artes marciales no experimentan
estas enfermedades con la misma frecuencia, teniendo como resultado vivir más
tiempo, más sanos, y más felices.
Y aunque otras disciplinas aparentemente más agresivas, como
el Karate, Tae Kwon Do o Capoeira, por mencionar algunas, son excelentes para
el acondicionamiento físico, y aunque por lo general algunas son más enfocadas al
combate, la manera controlada en que se realizan las hacen ideales para
mantener la fortaleza, liberar el estrés, entre otros beneficios, recordando
que para ser sano, no es necesario entrenar para pelear, sólo tienes que mover
tu cuerpo a un ritmo, con una buena respiración y mantener un estado mental
positivo.
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