Ir al contenido principal

El Zen, un sendero hacia nosotros mismos en tiempos de COVID-19



En esta etapa de confinamiento por cuarentena en la que se encuentra gran parte de la población del mundo en estos días de COVID-19, puede llegar ansiedad, desesperación o miedo, por lo que la meditación Zen que se practica en algunas ramas de las artes marciales es una gran herramienta de ayuda para la salud, incluso para el crecimiento interior, tal y como lo comenta la Monja Zen Gen I, Danitze Velasco.

El Zen, un sendero hacia nosotros mismos en tiempos de COVID-19

Vivimos una situación histórica, en la que debemos reducir nuestra movilidad, no tener contacto con los otros, a interrumpir nuestras rutinas y donde el panorama nos causa incertidumbre, miedo y ansiedad.
La recomendación de quedarse en casa para mitigar la propagación del coronavirus COVID-19, aunado a la poca actividad comercial y la interrupción de nuestros hábitos de consumo nos hace preguntarnos ¿qué es lo que estoy haciendo con mi tiempo?
Es normal tener miedo a morir, pero también nos obliga a pensar ¿qué estoy haciendo con mi vida y con el tiempo que tengo? Si no todo es trabajo, diversión ni todo lo que me rodea de manera habitual ¿qué estoy haciendo conmigo? ¿Cuáles son los sitios internos que habito? ¿Los de la ira, la frustración, el desánimo, la tristeza? ¿Cómo es mi relación conmigo mismo?
Ver frenada la actividad y economía nos hace reflexionar sobre el tiempo que hemos dedicado a crearla y la fragilidad de la misma ante algo más importante que somos Nosotros Mismos, nuestra propia salud y la de los seres que nos rodean, también nos lleva a reflexionar sobre el efecto que tienen los demás en mí, en un mundo interdependiente.
Este tiempo “muerto”, sin nada que hacer y sin tener a dónde ir nos obliga a pasar más tiempo con nosotros mismos, nos abre una opción, una puerta para encontrarnos con esa pequeña voz interna que siempre nos ha acompañado: la de nuestro interior; podríamos seriamente parar a escucharla, podríamos usar este momento para pasar de la angustia y ansiedad a la tranquilidad interior o hacer una investigación sobre qué es lo verdaderamente importante para mí. ¿Qué es lo que me hace feliz? Y ¿cuál es el papel que juego yo en las consecuencias de la realidad?

¿Por qué meditar?

Imagínate entrar en una habitación oscura, pequeña, donde todo está sucio, maloliente, abandonada, llena de gente, donde todos hablan al mismo tiempo y en cada momento se suscitan peleas y discusiones acaloradas entre los que habitan ahí.
No es difícil imaginar la sensación que te daría si tuvieras que vivir todo el tiempo en un lugar así, es más, ¿Cómo resignarse a vivir en un lugar de este tipo?
En un lugar así es imposible tener claridad, y sin claridad es muy difícil crear la realidad de paz o bienestar que tanto ansías; en una situación de esta manera de es difícil ser un agente de cambio o estar a la altura de las circunstancias de lo que acontece afuera; no se puede estar preparado para una crisis económica, moral o enfrentar la muerte de un ser querido a nuestra propia muerte.
Primero se debe poner orden en el caos de esa habitación y esa habitación es nuestro interior, nos encontramos hablando todo el tiempo, habitando todo tipo de ideas, experimentando todo tipo de sentimientos contradictorios entre sí, contaminados con los recuerdos del pasado, con la expectativa del futuro, con todo tipo de ideas sobre cómo debemos ser nosotros y los demás.
La meditación ayuda a poner orden a ese caos, a tener silencio interior, calma en la habitación de tu mente, luz en el cuarto de tus sentimientos, e incluso más allá, sólo tienes que darle la orden a tu cuerpo de que no se mueva por un rato, decirle que no vas a atender sus demandas de frío, calor, incomodidades físicas, comezón, hambre, sueño, etcétera.
Si logras controlar el cuerpo puedes comenzar a trabajar en ti con base a tu respiración, para poner atención al aliento que te hace estar vivo.
Eso es sólo una premisa, porque el Zen se practica para “nada”; es “shikantaza” un concepto difícil de concebir en estos tiempos donde todo se debe hacer por algo para tener un resultado, una utilidad o un propósito, como niños que no estuviéramos dispuestos a movernos o a dejar de movernos si no tuviéramos una recompensa a nuestro esfuerzo, no estamos dispuestos a hacer nada que no nos prometa recompensa.
En el Zen es justamente el Zazen (meditación sentada) la recompensa, es el acto en sí mismo el beneficio, no es algo por lo que debas esperar, aunque si lo haces de manera disciplinada, lo disfrutaras cada vez más, pero ese tampoco es el propósito, es justo no tener propósito al hacer lo que lo hace más grande que cualquier propósito que podamos asignar y es en ello que ahí radica su grandeza.
La meditación zen no es algo que deba explicarse, es algo que debe experimentarse con todo el cuerpo, haciéndose, creándose a cada momento, en tiempos de caos no hay algo más contrastado que una meditación Zen.
Por: Monja Zen Gen I, Danitze Velasco. Foto: Archivo Sendero Artes Marciales.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sexualidad plena y artes marciales

Todo practicante serio de algún estilo de Arte Marcial sabe bien  que ciertos ejercicios sirven para ayudar a fortalecer  la cadera, muslos, glúteos, espalda baja, abdomen y otras partes de nuestro cuerpo que intervienen en una relación sexual. Si se logra formar un cuerpo tonificado, firme, fuerte y elástico es obvio que se podrá intentar  y alcanzar ciertas posiciones que costaría más esfuerzo, si es que se llega a intentar, con un cuerpo obeso, torpe, rígido, débil o raquítico. Además, si se pasa de lo físico a lo psicológico, el verse bien provoca sentirse bien, la autoestima y seguridad se fortalece gracias a los principios básicos que las Artes Marciales  fomentan, y todo esto, más una buena preparación mental que da la práctica de la meditación y control de la respiración, ayudará a tener encuentros sexuales más plenos. Contrariamente a la creencia popular, no se tiene que limitar la práctica sexual si se es  deportista. De hecho, existen especialistas que pueden

Entrenar karate muy fuerte para llegar al do; una clase con Shihan Toshiro Sasaki

“Karate Do, es cultura y tradición”... con estas palabra, Shihan Toshiro Sasaki, uno de los maestros japoneses reconocidos a nivel mundial, resume lo que es el arte marcial que inició en su época de adolescente, y por el cual pisó tierras mexicanas hace ya casi 38 años. Invitados por Shihan Sasaki a conocer su Dojo (salón de entrenamiento) en la colonia Del Valle de la Ciudad de México, encontramos al representante del Karate Do Yuishinkan Goju Ryu para América Latina, en una plática amena sobre la banqueta con uno de sus alumnos. Luego de las presentaciones formales, de inmediato éstas se tornaron en comentarios amenos por parte del maestro nacido en Iwate, Japón, hasta que llegó la hora de pasar a la clase. Shihan Toshiro Sasaki, quien posee el grado de Cinta Negra 8º Dan, llegó a México por primera ocasión cuando fue designado como encargado de los aspectos de las artes marciales en el Instituto Nacional del Deporte, en el sexenio de José López Portillo. Como r

Sensei Kazuo Imai, presente en el 40 Aniversario de Goyukensha en México y torneo en su honor

Demostración de Iaido (técnicas de desenvainar y envainar la espada), danza tradicional de Japón conocida como Odori, así como competencias de kata y kumite podrán admirarse este próximo fin de semana en la XII Copa Sensei Imai, en la que estará presente el fundador de la escuela Goyukensha en México. A 40 años de que se diera la primera clase de karate do de esta escuela del estilo Goyu Ryu en nuestro país,  sus actuales dirigentes y practicantes en México celebrarán de manera especial este evento con la presencia especial de Sensei Kazuo Imai, Cinta Negra 8º Dan, fundador en nuestro país y máximo representante de Goyukensha en el mundo. Además de la asistencia de Sensei Kazuo Imai, en el torneo que se ha convertido en uno de los de mayor relevancia de la especialidad marcial en nuestro país, estarán presentes expertos maestros de Iaido (técnicas de desenvainar y envainar la espada), así como de la danza tradicional japonesa denominada Odori, quienes darán u