El Club Bartitsu, un lugar que podría considerarse el antecesor de las actuales academias de artes marciales y spas, es algo de lo que nos platica Javier Franco, Fundador e Instructor del Club Bartitsu Madrid, en Madrid, España, como continuación del artículo Descubriendo el Bartitsu; arte marcial de la Época Victoriana, publicado en días pasados.
El Club Bartitsu
-2ª de 3 partes-
Entre 1899 y 1902, Edward William Barton-Wright, originario de Inglaterra y creador del “Nuevo Arte de Autodefensa” con base en estilos de combate cuerpo a cuerpo occidentales y orientales, creo una escuela llamada Bartitsu Academy of Arms and Physical Culture, conocida informalmente como el Bartitsu Club, que estaba ubicada en el 67 B – Shaftesbury Avenue en la zona del Soho londinense.
El Club Bartitsu es el primer ejemplo de la escuela comercial moderna de artes marciales en el mundo occidental, donde se ofrecían diferentes disciplinas de combate.
Era un establecimiento bien equipado, con un enorme pasillo, paredes de baldosa blanca, todo reluciente y con luz eléctrica.
En el Bartitsu Club se daban cita una impresionante lista de especialistas en defensa personal procedentes de diferentes países.
De Suiza vino Pierre Vigny, un maestro en armas altamente experimentado e innovador en la instrucción de la defensa personal, el cual enseño las habilidades del savate francés y su propio método de la lucha con bastones; también estuvieron Yukio Tani y Sadakazu Uyenishi procedentes de Japón, presentaron a sus estudiantes los misterios del jiu-jitsu; junto con ellos también impartió clases de lucha tradicional suiza el luchador suizo Armand Cherpillod.
Además de estos grandes maestros, el Club fue el hogar de un grupo de maestros de esgrima e historiadores liderados por Egerton Castle y el capitan Alfred Hutton, quienes se dedicaron a reconstruir las antiguas artes de la esgrima con el estoque, la daga y la espada de dos manos, y también se dedicaron a impartir clases de esgrima escénica a algunos de los actores londinenses más importantes de la época.
Aparte de la defensa personal, a Barton le apasionaba el campo de la electroterapia, incluso, hizo un gasto considerable en la importación de una batería de dispositivos electro terapéuticos como el aparato Nagelschmidt, lamparas de rayos ultravioletas, baños de luz y máquinas de termo penetración, los junto con otros aparatos, fueron instalados en una clínica adscrita al Club.
Además de las clases para el público en general, hubo cierto intercambio de aprendizaje entre los instructores del Club. Barton se encargó de enseñar boxeo a Yukio Tani; a su vez, Tani estuvo entrenando a Cherpillod en el arte del jiu jitsu y este le enseño lucha libre suiza.
Todo esto se hacía para que todos pudiesen estar preparados para los desafíos de combates libres que se celebraban en la época, estos desafíos anticiparon a los combates de Artes Marciales Mixtas que comenzaron a celebrarse a principios de los años 90 del siglo XX.
El Club en si se estableció inicialmente sobre el modelo de un club de caballeros victorianos, y un comité de personas ilustres voto sobre los posibles miembros.
Una vez admitidos, los miembros deberían de asistir a una serie de lecciones privadas antes de poder unirse a las clases grupales. Las clases grupales, se realizaban sobre un modelo de entrenamiento en circuito, con pequeños grupos de estudiantes rotando con los diferentes maestros.
Sin embargo, pese a lo atractivo que resultaría este novedoso centro de entrenamiento, la disminución de las inscripciones, debido en gran parte al alto precio de las inscripciones y matrículas, hizo que el Club cerrara en 1902.
Continuará…
Texto e imágenes cortesía Javier Franco, Fundador e Instructor del Club Bartitsu Madrid, Instagram @javi_fp79, Fracebook Javier Franco.
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