La armonía de la energía “Chi” para la salud física, mental
y espiritual sintieron y vivieron decenas de visitantes del Museo Nacional de
las Culturas del Mundo, en la Ciudad de México (CDMX), que formaron parte de la
Clase Abierta de Taichí realizada el pasado fin de semana.
La sesión de poco más de dos horas que vino a ser un remanso
en el ajetreo de la zona del Centro Histórico de la CDMX, fue dirigida por un grupo
de cinco profesores de diferentes estilos de esta disciplina milenaria cuyas
investigaciones han demostrado ser una herramienta para evitar enfermedades
provocadas por el estrés y el sedentarismo.
Para la Clase Abierta con la que se dio inicio a las actividades
públicas del Movimiento Nacional México Unido por el Taichí, cada uno de los
especialistas en este arte marcial chino ofreció a los visitantes del recinto
histórico una serie de ejercicios que fueron realizados sin aparente esfuerzo
alguno por los asistentes.
Para ello, el profesor Felipe Olvera, del CES Wushu, estuvo
encargado de los movimientos de calentamiento, para enseguida dar paso al
profesor Héctor López, de la World Chen Xiaowang Taijiquan Association-México, dirigió
ejercicios para despertar la energía interna.
Posteriormente, tocó el turno al profesor Leonel Pedraza,
del Centro Wuji, compartió una serie de ejercicios básicos de taichí de la
escuela daoísta de Wudang, haciendo énfasis en los ejercicios previos de sus
colegas.
El profesor Alfredo López, del Centro Marcial en Torreón,
Coahuila, procedió a enseñar técnicas para aprovechar de la mejor los
ejercicios anteriores, con base a un correcto andar y respirar para el adecuado
fluir de la energía vital.
Por su parte, el director de la Escuela Mexicana de Wushu,
profesor Agustín Martínez, fue el encargado de encadenar las enseñanzas para
hacer hincapié en que el arte marcial del taichí es para “vivir el aquí y el
ahora”, a través de ejercicios para todas las edades, con el cual es posible
evitar y auxiliarse en enfermedades como diabetes, arterioesclerosis, obesidad
y otros padecimientos por el estrés y el sedentarismo.
Asimismo, procedió a enseñar los primeros movimientos de la
forma 8, estilo Yang, la cual ha sido base de las sesiones abiertas y Mega
Clase del Movimiento México Unido por el Taichí en el Monumento a la
Revolución.
En el intervalo de cada sesión, el profesor Enrique Lozada
fue el encargado de presentar a cada uno de los exponentes, así como de
mencionar las fases para un correcto aprendizaje, además de unos momentos de
meditación para tener la oportunidad de sentirse con uno mismo.
A lo largo de toda la serie de ejercicios, visitantes de
diferentes edades del Museo Nacional de las Culturas del Mundo se integraron a
la sesión, incluso desde los balcones, para disfrutar de los movimientos con lo
que se dio inicio a las actividades encaminadas a la Mega Clase de Taichí del
Movimiento Nacional México Unido por el Taichí.
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